lunes, 8 de junio de 2009

VUELVE LA URBANIDAD DE CARREÑO.

VUELVE LA URBANIDAD DE CARREÑO.
Por: Víctor Julio García Rodríguez

Cursa en el congreso de la republica un proyecto de ley que pretende volver a impartir la cátedra de urbanidad, concretamente la urbanidad del venezolano MANUEL ANTONIO CARREÑO, que será obligatoria en todos los colegios e instituciones de primaria, bachillerato y universidad, tanto del sector publico como privado. El ministerio de educación busca rescatar las normas elementales de urbanidad y las buenas costumbres, que no se volvieron a impartir en los establecimientos educativos y hoy debido a la perdida de valores éticos y morales, nuestra sociedad es mal educada, grotesca, irrespetuosa, insolidaria con las demás personas, en especial con las que viven en condiciones de manifiesta debilidad económica y social.

La iniciativa es maravillosa, pero a los legisladores o al ministerio de educación nacional le corresponde adecuar dicho manual de urbanidad, porque muchas de su recomendaciones o preceptos son anacrónicas o son obsoletos, y a cualquier muchachito de nuestra época le daría mucha risa leer o escuchar el siguiente precepto: “Es una imperdonable grosería el separar del pan una parte de su miga, para traerla entre las manos y jugar con ella, y sobre todo el formar pelotillas y arrojarlas a las personas o a cualquier otro objeto”. Con esta situación económica, muchos niños son alimentados con agua panela y pan y no les quedaría sobrante para hacer pelotitas de pan y arrojárselas a los demás, por lo tanto es obsoleto tal precepto.

Y que tal este otro mandamiento de don Manuel Carreño: “El ronquido, ese ruido áspero y desapacible que algunas personas hacen en medio del sueño, molesta de una manera intolerable a los que las acompañan. Esto es un movimiento natural y que no puede evitarse, sino un mal habito, que revela siempre una educación descuidada”. Significa esta expresión, que roncar de noche es una mala educación por un mal habito.

Pero el mas anacrónico es este: “La costumbre de levantarse en la noche a satisfacer necesidades corporales es altamente reprobable; y solo podría pretender justificarla el que desconociese todo lo que la educación puede recabar de la naturaleza. La oportunidad de estos actos la fijan siempre nuestros hábitos a nuestra propia elección”.. ¿Qué pensaran los viejitos prostáticos? ¿O los bebedores de cerveza? Como podemos analizar, muchos de estas normas de urbanidad y buenas costumbres, atentan contra la fisiología humana o simplemente están en desuso, por lo tanto tiene que actualizarse porque en la época que don Manuel escribió su manual, no existían los equipos de sonido que atentan contra la intimidad de los vecinos, o los teléfonos celulares que causan incomodidad en las reuniones o en los actos religiosos.

NOTICIERO DEL LLANO.
10 de junio de 2005.

No hay comentarios:

Publicar un comentario